Venían
cayendo de aquellos sueños imposibles
de
aquellos amores y placeres infinitamente exquisitos
se
hallaban presos y dormidos, sin que alguien le dieran vida
cómo
una carta que quedó relegada en un cajón sin ser leída.
Un
buen día, el amanecer al alba lo despertó con sus vivos colores
ése
rayo deslumbrante de sol, con su vespertina alegría
ésas
flores que nacen de la dicha, de ser escogida y olida
brotaron
ésos pimpollos que se convirtieron en una bella rosa roja
Daban
dicha a ésas pasiones que se hallaban en letanía
lucía
ése prado que reverdece, con más fuerza si cabe
joven
pareja que pasean agarradas de sus manos
reciben
a éste día con un cálido beso apasionado.
Acompañado
de un fuerte abrazo entre ambos.
Autora: Sofi Piris
Derechos reservados
Código
1804106521099
Fecha
10-abr-2018 7:30 UTC
Licencia:
Creative
Commons
Attribution 4.0
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