RELATO:
La
inmensidad del bosque:
Esa cascada de agua pura y fresca va descendiendo en vertical y
acercándose se escuchan a lo lejos gorriones canturrear. ¡Qué delicia
admirarlo, se palpa la paz!. Me reflejo en esas aguas transparentes, mansas y
cristalinas, de repente, detecto esa vocecilla interior que me aconseja y me anima a no pensar, a mantener mi mente en
blanco y disfrutar de esa maravillosa catarata, con ese bosque increíble.
Al fondo, ese cielo azul tan claro y despejado, me invade la calma
de espíritu y esa felicidad y alegría inmensa.
Cierro mis ojos y lo veo pasar todo como un tul pasajero, todos
son pensamientos sanos con buenos y hermosos momentos vividos.
Respiro una bocanada de aire fresco y escucho el ruido del agua
brotar. Todas las tardes acudo a presenciar esta preciosidad y deleitarme.