Un
día sola y perdida ella andaba
¡Pero
que mala suerte la chica tenía!
qué
ningún pretendiente le salía
cuando
para ella todo estaba perdido
encontró
a un buen chico que la amaba,
Ella
sin saber, lo trataba como a su mejor amigo
ciega
e inconsciente de sus sentimientos
allá
en lo alto de la colina
se
miraron profundamente, se encontraron sin más
Le
profería una bella y sincera amistad,
él
dándole demostraciones de amor
apasionadamente
abrazándola,
un
beso en los labios se le escapó.
Ella
recelosa, lo retiraba con desdén
acusándolo
de fresco, de atrevido
le
preguntó perplejo y molesto también
¿Es
qué no te das cuenta chiquilla?
¿De
qué me tengo que enterar?
¿No
lo has adivinado?
¡Estoy
loco por ti, niña! Te estoy dando señales
tú,
con una venda en los ojos que estabas, no lo captaste.
La
muchacha abrió los ojos, de par en par
su
desconfianza, no la dejaba ver, más allá
cuando
se mostró más receptiva a él
surgió
algo hermoso entre ellos dos
guiñaditas,
agarrados de las manos
alguna
que otra picardía, sonrojos.
Autora: Sofi Piris
Derechos reservados
Código
1804106521099
Fecha
10-abr-2018 7:30 UTC
Licencia:
Creative
Commons
Attribution 4.0
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